Ser madre… ¡Mi sueño hecho realidad!

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Ser madre.......

    Anónimo

    Oaxaca

    Todo el camino recorrido en la búsqueda de este sueño, no fue fácil, pero todo dolor y emociones vividas valieron la pena, pues el día de hoy, gracias a Dios y al apoyo del Dr, César, tenemos la dicha de ser padres de un hermoso bebé y nos alegra verlo tan sano, tan feliz y lleno de energía.

    Ser madre…….

    ¡Mi sueño hecho realidad! 

    Todo el camino recorrido en la búsqueda de este sueño, no fue fácil, pero todo dolor y emociones vividas valieron la pena, pues el día de hoy, gracias a Dios y al apoyo del Dr, César, tenemos la dicha de ser padres de un hermoso bebé y nos alegra verlo tan sano, tan feliz y lleno de energía.

    Aunque el camino se muestre difícil, no te rindas. La recompensa es maravillosa.
    Comencé la búsqueda de mi bebé a los 36 años y lo tuve a los 41. 

    Soy una mujer trabajadora, luchadora y positiva. Me encantan los bebés y los niños, y por lo mismo, amo mi profesión, soy docente de preescolar.

    Me casé a la edad de 33 años y mi esposo y yo, decidimos después de ese momento, disfrutar de nuestro matrimonio, trabajar y hacernos de algunas cosas materiales que pensábamos que nos hacían falta, el trabajo siempre fue prioritario y por lo mismo, no considerábamos tener hijos. 

    A los 36 años decidimos que queríamos ser padres y comenzamos la búsqueda de nuestro bebé. En un primer momento, asistimos con una ginecóloga reconocida en la Cuidad de Oaxaca, a la que le comentamos que durante este tiempo que llevábamos juntos, no utilizamos algún anticonceptivo, por lo que de cierta manera, nos llamaba la atención que el algún momento no hubiera quedado embarazada, y que queríamos ver de algún tratamiento. Sin embargo, en esa primera consulta, la Dra. nos dijo: tranquilos, estamos a muy buena edad para intentarlo de manera natural, por lo que sólo nos recomendó hacer ejercicio, comer saludable y tener relaciones un día si y un día no, para que mi esposo pudiera recuperar esperma. 

    Así estuvimos 6 meses y no logré embarazarme de manera natural. Decidimos cambiar de Dra. pues en un momento, yo sentí que la Dra, no le estaba dando el interés necesario a nuestro caso, pues en 2 ocasiones que me tocaba consulta, ella estaba de vacaciones y le resultaba fácil decir, nos vemos el siguiente mes. 

    Después de este intento, acudimos en la Ciudad de Oaxaca también, con un médico muy reconocido, especialista en fertilidad.

    Al contarle al Dr. nuestro caso comenzó con nosotros un tratamiento de estimulación ovarica con medicamentos e inyecciones. 

    Estuvimos casi el año con el Dr. y en cada consulta de mes, nos decía que ovulaba muy bien y que habían folículos muy grandes para poder lograr el embarazo. Sin embargo, no fue así.

    El Dr. nos comentó que no entendía por qué no lográbamos embarazarnos y nos recomendó una clínica en Puebla donde hacen tratamientos más complejos. 

    Al siguiente año, fuimos a esa clínica en Puebla. Al llegar ahí, nos hicieron una entrevista, y luego de ello, a mí me hicieron un ultrasonido y a mi esposo un estudio de espermas.

    Al darnos los resultados de los estudios, nos dijeron que requeríamos de un tratamiento más complejo, una fertilización in vitro. 

    Al darnos el costo aproximado, nos desmotivamos mucho, además de que la Dra. que nos atendió, se nos hizo poco humana y despota. Salimos de ese lugar con los ánimos hasta el suelo, nuestro sueño de ser padres, parecía ser imposible. 

    En ese mismo año, me puse a investigar de clínicas que hicieran esos tratamientos en México y acudimos a una que está en Lomas de Chapultepec.


    En esa clínica nos atendieron de manera inmediata, los doctores, enfermeras y bueno, todo el personal, fue muy amable desde el primer contacto. 

    En esa clínica todo fue muy rápido, ese mismo día me hicieron muchos estudios, algunos incomodos y dolorosos, pero eran necesarios. 

    Ese día con todos los estudios que me hicieron, más el de los espermas de mis esposo, pagamos un total como de $45, 000 pesos.

    Esa clínica es maravillosa, ahí mismo hacen todos los estudios y dan los resultados de algunos el mismo día y de otros al siguiente. 

    Nos hicieron una entrevista al igual que en la clínica de Puebla y nos comentaron que había una gran probabilidad de embarazo y concidió nuevamente que tendría que ser una fertilización in vitro. Mi esposo tenía un bajo conteo de espermas y ya teníamos la edad en contra.


    Nos dieron cita para 15 días para otros estudios y me dieron la orden para un estudio aquí en Oaxaca. 

    Al tener los resultados de mis estudios, regresamos a México y el Dr. me dijo que todo estaba bien y que ya podíamos iniciar con el tratamiento, que me enviarían los costos por correo y así lo hicieron al siguiente día.

    Los costos de la fertilización eran súper elevados, nos desmotivamos nuevamente y nos preguntábamos ¿Dónde íbamos a conseguir esa cantidad? 

    Hablamos por teléfono con el Dr. y el nos dijo que podían apoyarnos haciendo una mini FIV. Logrando solo un embrión por un costo más accesible, sin embargo, no era mucha la diferencia. 

    Así que mi esposo y yo decidimos esperar y nuevamente llegó a nosotros la tristeza, el dolor, la impotencia, la desesperación y perdimos nuevamente la fe.

    No pasaron ni 6 meses, cuando nos enteramos de la especialidad del Dr César y decidimos acudir. Llegamos con mucho miedo, pero a la vez con muchas esperanzas, por lo menos, ya no íbamos a gastar en vuelos y estudios fuera de la Ciudad.

    El Dr, César Gaspar desde el primer contacto, se mostró muy amable, humano y empático. 

    Escuchó nuestra historia y revisó todos los estudios que llevábamos, a lo que respondió que ya llevamos mucho avance y que lo único que nos pedía, era paciencia, pues él nos iba a preparar para lograr el embarazo, el pudo darse cuenta en ese momento, lo difícil que estaba siendo para nosotros lograr ese sueño, la desesperación, tristeza y cansancio que teníamos. 

    Debo confesar que en esa etapa, yo ya estaba muy desgastada física y emocionalmente. 

    Mi esposo era el que me daba ánimos. Sinceramente, fue un camino muy difícil con las emociones al 100. Sobre todo, la tristeza y el enojo. 

    El Dr. me revisó y comenzó a darme medicamentos y a prepararme para ir a México a mi FIV.


    Llegó el día en el que el Dr. nos entregó la orden para ir a la transferencia de embriones. Nos deseo la mejor de las suertes y con humor dijo: Ahora sí, van a saber lo que es levantarse temprano.

    El día de la transferencia llegamos muy nerviosos, nos recibieron y nos explicaron cómo sería el procedimiento.

    Ese día me transfirieron 2 embriones, todo la verdad que fue muy rápido.

    Debo confesar que ese día, tuve una discusión con mi esposo cuando íbamos para el hotel donde nos quedamos. Por lo que a ti, que estás leyendo mi testimonio y si estás en busca de un bebé, te recomiendo que no discutas con tu pareja, estés tranquila y guardes reposo. Pues desde el momento en que te hacen la trasferencia de embriones, ya tienes una vida o vidas dentro de ti y desde ese momento ya sienten y escuchan todo. 

    Regresamos de México muy esperanzados, cada día que pasaba crecía la ilusión y ya nos imaginábamos el momento de tener a nuestro bebé en brazos y mi esposo le daba besos a mi panza a cada rato.

    Por fin, llegó el día de hacerme la prueba, mi esposo me dijo que no la abriera hasta que él llegara, pues queríamos ver el resultado juntos. 

    Al abrir el sobre, tomé una foto y se la envié al Dr. y el de manera inmediata me contestó, desafortunadamente, salió negativa, lo siento mucho. Nos vemos en mi consultorio para hablar.

    Ese día fue el peor de todos, nos derrumbamos terriblemente y no entendíamos por qué seguía siendo tan difícil el camino, por qué Dios, no nos quería dar un hijo. 

    Después fuimos a ver al Dr. y nos dijo que comprendía nuestro sentir y que también no entendía lo que había pasado pues había tenido con frecuencia casos de éxito.
    Nos recomendó que con calma lo pensaramos, ya que pasará el estado emocional en el que nos encontrabamos, reconsideraramos una segunda transferencia. 

    Y así fue, con mucho esfuerzo, nos repusimos y volvimos a recuperar la fe. 

    El Dr. César, nos brindó el acompañamiento nuevamente para una segunda transferencia, pues aún teníamos 2 embriones congelados.

    Me preparó y nuevamente, llegó el día de irnos a México , esta vez fue todo diferente, estábamos tranquilos, relajados, contentos y con toda nuestra fe puesta. 

    En esa ocasión a petición del Dr. César, la transferencia fue realizada por otro médico. 

    Estuvimos esa noche en México, yo guardé reposo, estuve contenta y tranquila, le hablé mucho a mi bebé, que los estábamos esperando con mucho amor. 

    Regresamos a Oaxaca y estuvimos muy emocionados esperando los resultados, el día llegó, mi esposo los vio y me dijo, están muy diferentes a los de la vez pasada, pero mejor envíaselos al Dr. al enviárselos el Dr. me respondió diciéndome: llámame. Y al hacerle la llamada sus palabras fueron: No sabes que día tan malo he tenido y esta noticia, es lo mejor que me ha pasado, ¡Sí estás embarazada! 

    Fue el día más feliz de nuestras vidas. El Dr. César cuido de mí y de mi bebé de una manera increíble durante todo el embarazo. 

    Y él fue el que recibió mi bebé.

    Al escribir este testimonio, recordé todo el camino recorrido en la búsqueda de este sueño, no fue fácil, pero todo dolor y emociones vividas valieron la pena, pues el día de hoy, gracias a Dios y al apoyo del Dr, César, tenemos la dicha de ser padres de un hermoso bebé y nos alegra verlo tan sano, tan feliz y lleno de energía.
    Espero estas líneas motiven a muchas parejas a luchar por sus sueños, a que no cometan los errores mencionados, nunca pierdan la fe y confíen en su médico.

    Para nosotros el mejor Dr. especialista en fertilidad es el Dr. César Gaspar; la confianza, amabilidad, respeto, cariño y empatía que muestra hacía sus pacientes , lo hacen único en el mundo.

    Es una excelente persona y profesional. Mi familia y yo lo queremos mucho y nos sentimos muy agradecidos con Dios por haberlo puesto en nuestro camino. 

    Aunque el camino se muestre difícil, no te rindas. La recompensa es maravillosa.
    Comencé la búsqueda de mi bebé a los 36 años y lo tuve a los 41. 

    Etiquetas :

    Embarazo saludable,Fertilidad

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